lunes, septiembre 21, 2009
Drácula, de Bram Stoker
Este fin de semana he podido volver a verla, esta vez ha sido el extra que venía en el DVD, sobre cómo se había hecho la gran película "Drácula, de Bran Stoker" dirigida, en 1992, por el maestro F. Ford Coppola.
La primera vez que ví la película creo que fue un par de años después de su estreno, dado que al principio tenía, como decirlo, un poquito de miedo... pero una vez la ví me impresionó. Me impresionó porque para mí no era una película de miedo, en absoluto, era una historia de amor, de un personaje que se maldijo a sí mismo por la pérdida de un amor... y como con el paso de los años creyó volver a encontrar aquella que una vez perdió en la figuera de Mina...
También por aquella época ví un musical llamado "Drácula, El Musical" que realmente me encantó, incluso tengo la banda sonora que suelo poner alguna que otra vez, y que está basado también en la novela de Stoker con los mismos personajes que en la película de Coppola.
Personalmente, la película de Coppola es la que mejor ha reflejado lo que (en versión novelada, por supuesto) significaba Drácula y ese romanticismo y decadencia que siempre han tenido los vampiros a lo largo de la historia del cine y la literatura, esa atracción que siempre hemos sentido hacia ellos. Por un lado, el miedo y el misterio; por el otro, el deseo hacia ellos...
Ahora que estamos a las puertas de la enésima película de vampiros (sí, me estoy refiriendo a "Luna Nueva" que se estrena el mes de noviembre), es una buena ocasión de volver a ver esta película que marcó un antes y un después en el género. Al igual que "Entrevistas con el vampiro", de A. Rice, marcó un antes y un después en la literatura de vampiros (por cierto, la película no desmerece en absoluto a la novela, una gran película también).
Yo no me perdería este trailer, y esa música...
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