El Padrino

Hace un par de semanas volví a ver “El Padrino” (la I y II parte ordenada cronológicamente que hizo el director). Y es como si la volviera a ver por vez primera. Personalmente es la mejor película (aunque sea en dos partes) de la historia. La III parte es diferente, supongo que también se debe al paso de más de 20 años entre las dos primeras y la tercera, aunque de todas formas también es una auténtica joya.

En la versión del director, la película comienza en Sicilia, en Corleone, cuando podemos ver por primera vez al pequeño Vito Andolini, como han matado a su padre, a su hermano mayor, y como también asesinan a su madre delante de sus ojos cuando va implorar que no maten a su pobre hijo pequeño.

De ahí pasamos a Nueva York, cuando el pequeño Vito es llevado a la Isla de Ellis, una auténtica joya, que recomiendo visitar, está tal y como la podemos ver en esta película, podemos ver dónde esperaban los millares de inmigrantes que llegaban buscando el sueño americano, y además con unos ordenadores instalados donde poniendo tu apellido puedes saber si alguno de tus antepasados estuvo en la isla.

Pasados unos años nos encontramos con el joven Vito (cambiaron cuando llegó a Nueva York su apellido Andolini por Corleone, su pueblo natal), es decir con el todopoderoso Robert de Niro, en esta película siempre habla en italiano. De sus primeros tropiezos con la Mafia y como él se convierte finalmente en el jefe de la Mafia.

Después de otros tanto años nos encontramos en la boda de la hija de Vito Corleone, donde sus amigos van a entregarle presentes y a pedirles favores (la frase típica de... “yo te hago este favor, pero algún día te necesitaré y no podrás negarte...), y es cuando vemos por primera vez a Al Pacino, es decir Michael Corleone, recién regresado de la guerra con sus medallas y su novia americana.

Michael Corleone no quiere saber nada del estilo de vida de su familia, aún así no duda ni por un momento cuando sabe que su padre ha tenido un atentado (una secuencia magistral, cuando Vito Corleone, acompañado de su hijo Fredo –quien tendrá un protagonismo marcado por la tragedia al final de la segunda parte- es disparado y dejado casi muerto en la calle), en ir a su lado y poner su vida en peligro para que no vuelvan a atentar contra su padre.

Y es aquí donde comienza realmente la “cara B” de la película, cuando el inocente Michael Corleone, aquel que nunca ha querido saber nada de la mafia, de los disparos, del negocio de la “Familia” cuando cae de lleno en esta vida. Cuando quiere acabar con las dos personas que han querido acabar con la vida de su padre... y ¡vaya si lo hace!

Después de la venganza, Michael Corleone tiene que poner tierra de por medio y se va a la Sicilia de su padre, donde conoce a una inocente muchada y se casa con ella (ni que decir tiene, que deja en Nueva York a su novia americana...), pero los dedos de la Mafia son muy largos e incluso en Sicilia le encuentran... y su joven mujer muere en un atentando en contra de él...

Cuando Michael Corleone vuelve a los EEUU, ha cambiado, sus ojos ya no son iguales, su mirada es diferente, su mirada es hielo, una mirada que puede traspasarte... ya no queda nada de aquel Michael inocente que vimos por primera vez en la boda de su hermana...

Se vuelve a casar, esta vez con su novai americana, tiene hijos... continua los negocios de la Familia... esa imagen en el final de la primera parte cuando sus esbirros se acercan a él para besarle el anillo... Padrino...

Bueno, ya he destrozado demasiado la película. Mejor que la volváis a ver... poque supongo que ¡ya la habréis visto más de una vez!!!!!!

Repito, para mí la mejor (es) película (as) de la historia, nunca me cansaría de verla. Ya no hacen películas así.... ya no hay personajes como Michael Corleone... ya no hay actores como Al Pacino...

....”¿Cómo le convenció el Padrino???
..... Le hizo una oferta que no pudo rechazar....”