Por fin, ayer pude ver en el cine la última entrega hasta la fecha de la saga de Harry Potter, y ya van seis... y nos quedan dos más...
Realmente me encantó, es de las que más me han gustado, es más oscura, quizás más madura. Los personajes principales ya no son aquellos niños del comienzo, ya son adolescentes con las hormonas alborotadas... Aunque han habido algunas críticas respecto a que en la película se ponía demasiado énfasis en las parejas que se formaban durante la película, sus primeros besos, y demás, hay que recordar que en el libro este tema está corregido y aumentado, con lo cual la película es un fiel reflejo de lo que nos contó en su momento el libro.
Es cierto que algunos pasajes se han borrado de un plumazo (por ejemplo, el entierro de Dumbledore), pero es que es una película, y como tal hay que tomarla. Es una película para los que hayan leído los libros, y desde luego nos prepara para las dos próximas entregas, que prometen ser de lo que más interesantes.
Respecto a los actores y sus roles, el trío protagonista (Harry, Ron y Hermione) creo que hacen un buen papel, sobre todo Ron y Hermione (no sé pero el personaje de Harry Potter cada vez lo veo más estático...) En cuanto al resto de personajes hacen de nuevo un papel que en mi humilde opinión, lo bordan, , mención aparte para mí en este capítulo merecen los personajes de Dumbledore, Draco Malfoy y Severus Snape. Por un lado, Dumbledore que hace un gran papel, y como debe saber la mayoría del mundo mundial, al final de la película muere...
Draco Malfoy adquiere uno de los personajes fundamentales en la película, y podemos ver reflejado en su rostro y sus modales cuál de dura y atormentada es su vida, cuando le pide -mejor dicho, le ordena- Voldemort una misión que él no se ve preparado para llevar a cabo.
Y qué decir de Severus Snape??? Pues que Alan Rickman vuelve a hacer una soberbia interpretación, y que toma en esta película mucho más peso que en las anteriores (que no es así en los libros, dado que desde el primer momento siempre tiene un papel muy, pero que muy interesante y ambiguo). Quizás achacaría a la película, que mientras que en libro no dudamos en ningún momento que Snape quiere matar a Dumbledore, y el odio que él siente se nos explica muy bien. Mientras en la película hay un par de escenas, y la cara del propio Snape que quizás nos hace pensar que no es tan malo como lo pintan... En mi caso, desde el primer momento pensé que había algo más detrás de esos ojos negros y esa máscara de cara a la galería.
Pues lo dicho: me ha encantado la película y espero con incertidumbre y con muchas ganas las dos últimas entregas de la saga.
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