martes, septiembre 12, 2006
La naranja mecánica
Hace un par de días leí en la revista “Cinemanía” (que junto con “Fotogramas” e “Imágenes” son las que me compro habitualmente cada mes) que la película “La naranja mecánica" cumplía más de 30 años...
Recuerdo que yo primero leí el libro de Anthony Burgess del mismo título, dado que era uno de los ejemplos que en Criminología nos daban para la "delincuencia no utilitaria" y al cabo de bastante tiempo ví la película, porque dió la casualidad que volvieron a poner en los cines en versión subtitulada. Si el libro ya me pareció brutal, la película lo fue mucho más.
La historia de un grupo de jóvenes en el que la “ultraviolencia” era su forma de vida, en el que uno de ellos (Alex) acaba en la cárcel por una de sus muchas fechorías, y como una vez en la cárcel, un método experimental llamado Ludovico, en el que hacíendole visionar escenas de lo más cruentas, juntamente con la música que él más adora (Beethoven), hace que cada vez que intenta algo violento, sienta unas terribles arcadas y se quede paralizado. Y como después de haberlo puesto en libertad, sus antiguos camaradas son ahora dos “respetables” miembros de la policía local, que le dan una monumental paliza, y que la persona que lo ayuda resulta ser el marido de una mujer que él violó y mató tiempo atrás... y que además es uno de los activistas que está en contra del método Ludovico... hasta que se da cuenta que aquel chico que él ha rescatado resulta ser el maquiavélico joven que agredió a su esposa....
Una obra maestra, no apta para estómagos demasiado débiles y/o demasiado románticos. Una cosa que me impactó fue que el final del libro y el de la película son totalmente antagónicos...
Cada vez que oigo “Cantando bajo la lluvia” ya no es igual que antes de ver “La naranja mecánica”.
Y desde luego para mí esta película no hubiera sido la misma sin el actor principal Malcom McDowell, aunque él nunca más volvió a hacer una película que tuviera fama. El personaje de Alex se lo engulló. Incluso había una canción que hablaba de él, que le dedicó un grupo madrileño que creo que se llamaban “Los Nikkis”.
Personalmente una de las mejores películas de Kubrick, junto con “El resplandor”....
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